Un hombre gordo y sobado
estaba en pie situado
frente a una de esas máquinas
que se llaman tragaperras.
Un gran montón de monedas
iba poniendo y sacando,
supongo que deseando
salieran las tres ciruelas
y el gran bote conseguir
y así dejar de sufrir.
De pronto una melodía
le daba satisfacción
pues por su boca salían
de monedas un montón.
Como una historia de amor
le ofrecía sin rubor
su persona enteramente
y de todo estaba ausente.
El hombre perseverante
deseaba echarle el guante
y obtener de su barriga
el tesoro que escondía
y tras haberlo conseguido
salir de aquello triunfante.
Mientras tanto yo observaba,
grande era mi curiosidad,
quería saber de verdad
qué destino le aguardaba.
¡No paraba de jugar!
Se le veía aturdido,
quizás hubiera podido
aquella historia dejar;
pero estaba atado a ella,
¡no dejaría de amarla!,
no paraba de tocarla
y ella sin protestar.
De esperar estoy cansado,
mi café ya me he tomado
y este hombre singular
a ella sigue enganchado.
Sin ver el final me iré,
quizás sea lo mejor
en esta historia de amor.
Del libro Espurnes de Pluja i Foc / Chispas de Lluvia y Fuego
Copyright: Ferran Ausiró i García ISBN 8481900591 1995
Prohibida su reproducción y/o difusión por cualquier medio
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