Menos tiempo les queda
del que han vivido hasta ahora,
sus pieles de terciopelo están marcadas,
sus débiles manos añoran la fuerza
y sus ojos están cansados de ver,
sus oídos de oír,
sus labios de hablar
y sus cuerpos de sentir.
Sienten día a día como su alma
se aleja de su cuerpo,
como se acercan al fin del viaje,
van dejando el equipaje en cada estación,
los bienes terrenos no les hacen ilusión.
Adoran la infancia,
son muy parecidos a ellos,
unos descubren la vida,
otros descubren la otra vida,
el círculo se va cerrando,
están regresando al lugar
de donde vinieron,
al lugar que no recuerdan
pero en el cual ya estuvieron.
Algunos se aferran a la última estación,
quieren quedarse,
otros se suben en el último tren
abandonándose a su vaivén tranquilizante,
repetitivo, como el ciclo vital.
¡Qué alegría poder llegar al final del viaje
sin remordimientos, sin equipaje,
con la esperanza de que no es el final,
tan sólo un cambio transcendental!
Copyright: Ferran Ausiró i García. 1980.
Photo by: Ferran Ausiró.
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