Coger la vida por la nuca
en lugar que ella te apriete;
puedes sentarte en tu sofá
y ver la vida pasar
y si no tanto te da
quizás pasar a actuar.
¿Lo que es mejor?
¡Qui lo sa!
¿Es más triste estar pasivo
y más alegre ser activo?
Siempre hay las circunstancias,
atenuantes y ganancias
del que se siente un actor
y del que es espectador;
ambos pues parecen ser
necesarios, ¡por favor!
Pues en cualquier pasarela
para que brille una estrella
tienen que estar sentaditos
un montón de muñequitos,
que sonrien y que rien
¡y que se lo pasan bien!,
se entristecen y enfurecen
¿y a qué no sabéis por quién?
Pues por aquél individuo
que del mundo es el ombligo,
vestidito de satén
y que siempre está en activo.
Pero no por ello está
de la vida liberado
puesto que cuando ha acabado
de mostrar su show fugaz
ya no se siente capaz.
De todo lo que ha tenido,
la gente que lo ha admirado,
se halla desposeído
y a sí mismo enfrentado
a la última verdad:
a su triste soledad,
del artista, del poeta,
que actúan por vanidad.
¡Cantádles por caridad!
una bonita saeta
para que sientan de nuevo
la inspiración renacidos,
y a los otros, los testigos,
les insuflen su ilusión
para que aún siendo pasivos
vibren con el corazón
y sientan por un momento
el infinito por dentro.
Del libro Espurnes de Pluja i Foc / Chispas de Lluvia y Fuego
Copyright: Ferran Ausiró i García ISBN 8481900591 1995
Prohibida su reproducción y/o difusión por cualquier medio
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